09 diciembre, 2015

TPP: Cómo derrotar el acuerdo comercial más grande de la historia



MAIRA SUTTON, analista de Políticas Globales de Electronic Frontier Foundation (EFF) dice que los usuarios de Internet en todos los países del TPP pueden tomar medidas para pedir a sus representantes que rechacen este acuerdo, pero detener este acuerdo en Estados Unidos, lo detendría también en los otros 11 países. 

Y es así. De allí la importancia de conocer cómo está la situación actual de este Tratado en ese país que, en pocos meses más, deberá pasar por la aprobación de ambas cámaras estableciendo así un parangón para el resto de los países que han negociado el Tratado de Asociación Transpacífico (TransPacific Partnership Agreement, TPP).
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El lanzamiento oficial del texto de la Alianza Trans-Pacífico (TPP) el 5 de noviembre no sólo confirmó nuestros temores sobre cómo se pondrían en peligro nuestros derechos en Internet  y  en nuestros dispositivos digitales, sino que también comenzó una cuenta regresiva de 90 días para que el presidente Obama firme el tratado.

Poco después, la Casa Blanca solicitó formalmente a la Comisión de Comercio Internacional (ITC, su sigla en inglés) comenzar su estudio acerca de los impactos del TPP sobre la economía de Estados Unidos para que elabore un informe que debería salir en la primavera, antes de que el Congreso apruebe (o ratifique) el Tratado que, como se explica a continuación, es una etapa distinta y un paso posterior  a la firma del acuerdo.

Ahora que la aprobación y ratificación del TPP en Estados Unidos está en el horizonte, esto es lo que se necesita saber sobre lo que está pasando y lo que está por venir. Esta revisión de la situación actual será de utilidad a medida que trabajemos para defender nuestros derechos digitales contra el mayor acuerdo comercial de la historia.

Calendario clave

La serie de requisitos procesales impuesta por la ley de vía rápida  (Fast Track) aprobada este verano nos da un marco de tiempo útil para saber lo que vendrá después. Pero esta claridad no compensa haber perdido la supervisión que habríamos tenido del Congreso si ese proyecto de ley no hubiera sido aprobado. 

Lo que el Congreso perdió con el Fast Track fue la capacidad de desafiar cualquiera de las miles de disposiciones que fueron decididas a puerta cerrada. Así que después de 4 de febrero de 2016, el Presidente podrá firmar unilateralmente el TPP por EE.UU. Afortunadamente, hay un aro más que el TPP debe saltar antes de que sea vinculante para Estados Unidos.

Ambas cámaras del Congreso deben ratificar el acuerdo aprobando la "implementación  de la legislación" que la Casa Blanca presentará a los legisladores. Esta presentación ocurrirá después de la firma del Presidente, probablemente en algún momento de abril o mayo.  

Una vez que esto suceda, la Cámara de Representantes tendrá 60 días desde la introducción del proyecto de ley para llevar a cabo una votación al respecto y el Senado tendrá otros 30 días, por lo que son 90 días en total para aprobar o rechazar el proyecto de ley.

Debido a que esta segunda línea de tiempo sólo comienza cuando la Casa Blanca decide que están listos, todo depende de si el Ejecutivo considera que cuenta con los votos necesarios para conseguirlo a través de las dos cámaras. Por eso es fundamental que hagamos un llamado a nuestros legisladores a plantearse en contra de este acuerdo: porque así es como podemos detenerlo.

Lobby en el Congreso

El Presidente Obama sólo necesita una mayoría simple para obtener la aprobación del TPP en ambas cámaras, por lo que la Administración se ha dedicado a convencer a los miembros del Congreso que lo apoyen. Esto se ha hecho mediante un cabildeo exhaustivo desde que concluyeron las negociaciones a fines de octubre, incluso antes de la publicación del texto. Mientras algunos legisladores ya han salido en claro apoyo u oposición al acuerdo, la mayoría dice que va a sopesar su decisión después de leer el contenido real de las más de 6000 páginas de texto del Tratado, aunque es difícil creer que vayan a hacer esto realmente.

Uno de los defensores más vociferantes del TPP, el senador Orrin Hatch, ha sido crítico del Tratado e incluso ha exigido que la Casa Blanca vuelva a la mesa de negociaciones. Pero él no está frenando el apoyo porque se preocupe de las disposiciones de propiedad intelectual. Todo lo contrario: cree que el acuerdo no es suficiente para asegurar los intereses corporativos y está exigiendo que el TPP imponga monopolios incluso más amplios en medicamentos (aunque Hatch no parece tener problemas con las disposiciones de derecho de autor del TPP, que la Motion Picture Association of America, (MPAA) ha apoyado totalmente [pdf]).

Mientras tanto, los miembros del Congreso que apoyaron el Fast Track continúan recibiendo un trato especial de los principales funcionarios de la Administración

Están recibiendo invitaciones para unirse a funcionarios del gabinete en sus primeros viajes a Cuba y el propio Presidente está haciendo lo imposible para complacer a los demócratas de la Cámara que votaron a favor del proyecto de ley de comercio este verano para que se mantengan a su lado en la votación de implementación del  TPP. Afortunadamente, ninguno de los demócratas que votaron en contra de la vía rápida ha dado un paso adelante para apoyar el acuerdo hasta ahora. El representante comercial estadounidense Michael Froman, por ejemplo, visitó personalmente Long Beach, California, para ganarse a Rep. Alan Lowenthal, quien votó en contra de la vía rápida este verano.

El mayor entusiasta del TPP, el Representante Paul Ryan renunció a su papel como Presidente del Comité de Medios y Arbitrios, donde inicialmente se votaría el TPP en la Cámara, para convertirse en el Presidente de la Cámara. Por desgracia para nosotros, es probable que su reemplazo sea uno igual de entusiasta del TPP. El Rep. Kevin Brady, un partidario de largo plazo de los acuerdos comerciales con tóxicas políticas digitales, es ahora el Presidente del Comité, con el Rep. Dave Reichert como presidente de su subcomité de Comercio. Pese a las afirmaciones dudosas de ambivalencia acerca de sus posiciones sobre el TPP, estos nuevos líderes republicanos de la Cámara parecen a punto de llevar el TPP a la ratificación del Congreso.

Por ahora, no hay una lectura clara sobre cómo el Congreso votará para implementar la legislación del TPP, pero será una reñida votación. Nuestra estrategia será doble:

1. Abrumar a los congresistas con correos electrónicos y mensajes de sus electores exigiendo que voten contra el TPP cuando la legislación de implementación se presente ante ellos.

2. Convertir el TPP en un nombre familiar para las políticas digitales tóxicas, al igual que hicimos con SOPA.

La lucha contra el TPP se refiere tanto a la defensa de nuestros derechos digitales, como a rechazar una formulación de políticas opaca e impulsada por las grandes corporaciones.

Los usuarios de Internet en todos los países del TPP pueden tomar medidas para pedir a sus representantes que rechacen este acuerdo, pero detener este acuerdo en EE.UU., lo detendrá efectivamente también en los otros 11 países.

Si queremos asegurarnos de que las leyes no defiendan poderosos intereses privados, sino que se diseñen e implementen con los mejores intereses del público en mente, entonces debemos detener el TPP, por el bien de Internet, nuestros derechos y nuestro futuro.

Artículo original (en inglés):


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